
Acabo de crear este blog con la esperanza de que sea una pequeña ventanita por la cual poder expresarme ante el mundo. Llevaba mucho tiempo pensando en ello y,tras un intento fallido en una web de la competencia (blogs del diario qué) por fin me he decidido a iniciar la labor de blogger más seriamente. Iré publicando ideas,sentimientos y paranoias varias que se me vayan ocurriendo o me sucedan en esta nuestra incierta vida.
Ahora mismo (realmente desde hace varias semanas),para suerte pensarán algunos, se me presenta un largo verano por delante. En un principio,la idea de vagabundear durante días y no tener obligaciones a la vista me fascinaba. Pero luego esta misma situación va pesando cada vez más... Sobre todo a una persona como yo que, ante la inactividad, se enerva y concome.
En abril y mayo eché muchísimos currículums a distintas empresas,me apunté a una ETT, con la vana ilusión de sacarme un dinero en verano (que tan bien me vendría para ahorrar y comprar en un futuro próximo ese tan esperado coche) y mantenerme entretenido. Pero no tengo trato de favor, y tampoco he podido librarme de la maldita crisis que azota el país. Así que nada,un parado más. Bueno,un parado más no... mi profesión es la de estudiante,primordialmente y antes que nada,pero ante el desempleo me apunté a la oficina del paro más cercana. También con la vana ilusión de que me llamaran. Paciencia,amigo... volverán los buenos tiempos.
Entonces, aquí me tenéis...levantándome cada mañana pensando fórmulas para no pasarme el día tirado sobre la cama mirando al techo... y desesperándome aún más en consecuencia. Hago incapié en la desesperación,¿verdad?. La respuesta está en mi psique, en lo más profundo de mi mente. Soy un tío ansioso, de esos que fácilmente sienten un molesto nudo en la garganta o en el estómago, una opresión en el pecho que le bloquea... Esta ansiedad, que podemos considerar mi cruz personal,y que mis esfuerzos me cuesta vencer, viene agravada últimamente por mi situación de tedio y apatía como os acabo de contar, y por la indeseada soledad que me persigue desde hace unos meses... pero ésta es otra historia que quizás me anime a contar algún otro día.
Retomando el tema del tedio...os pondré algún ejemplo de cómo lo combato. El miércoles por la tarde fui a la playa (solito,como de costumbre). (Qué grande es ser valenciano...soy consciente del lujo que representa tener la playita a dos pasos.) En un principio sólo llevaba idea de dar una vuelta por el paseo marítimo. Me senté en un banquito de dicho paseo,y me relajé mirando las olas... pero a la vez comencé a envidiar a los bañistas (jejej) que sofocaban su calor en las aguas de la Playa de las Arenas... así que me animé a mojarme los pies en la orilla. Caminé durante tres cuartos de hora con el agua acariciando mis pies, hasta que no pude reprimir más las ganas de darme un chapuzón. Así que hale, fuera camiseta y bermudas, y en mis discretos calzoncillos... al agua patos. Eso sí, escogí una zona particularmente desierta... Se notaba que no había acudido con la intención de bañarme (sin toalla,sin chanclas, sin bañador...). Salí del agua a la media hora, dejándome llevar por las olas, revitalizado... me sequé a la brisa, pues los efectos del sol ya no se notaban, eran las ocho y cuarto de la tarde y comenzaba a esconderse tras el horizonte. Y así pasé la tarde del miércoles... una grata experiencia. Seguramente, pronto vuelva a repetirla, pero esta vez, mejor equipado.
Me he cansado de escribir... pero se me quedan muchas cosas en el tintero. Tenemos material para rato, amigos. Terminad de pasar un buen sábado que,al menos en esta maravillosa ciudad mediterránea, luce un sol espléndido.
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